martes, 22 de junio de 2010

Tonight, Tonight.


Es algo que no puede esperar.
Tus ojos me apuraron,
claros, hermosos.

Entreabriste tus ojos y vi otro mundo,
y me miraste, y nos encontramos.
Siento que esperaba este momento,
lo sentí cuando te vi subir,
escudándote con tu pañuelo,
reteniendo en él, tus secretos.

Bajo la mirada, escribo, te miro de vuelta
y de repente estás enfrente mío.
Reniego un poco de mi timidez
por acobardarme y no hablarte.

Cerrás tus ojos,
tendrás sueño?
Y cuando mirás por la ventana,
embellecés el mundo.
Todo se pinta de colores,
hasta el fierro más oxidado del descampado.
Los cerraste nuevamente, y me tengo que bajar.

Espero que el aire de mi gran suspiro
te haya llevado el beso
que quedó en mis labios.


jueves, 25 de marzo de 2010

Me sigue una mariposa.


Yo levanté una de la calle, la iba a pisar un colectivo, aunque no sé qué suerte correrá en la vereda, estaba cansada, cansada de volar, será que se le acababan las horas, y después caminé con las palmas de mi mano apuntando al sol, y sentía su calidez, que parecía que de mi piel iban a florecer capullos y sentí en mi otra palma, el frío de la sombra con la que a veces no te abrazan los árboles.
Me olí los dedos, y recordé ese aroma, ese aroma de perfume y humo, mezclado con la esencia de las diferentes mejillas y corazones que tocaba, ese aroma me lo pescaba en las noches frías de largas caminatas por Palomar, donde abundaban las texturas, los colores, las libélulas aleteando en mi pecho, noches en las que bailaba libre, en las que también; me quería arrojar del balcón. Noches de risas, de llantos, de miradas cómplices, besos húmedos y chispeantes, de charlas interminables.
Noches donde, sin sol, me transformaba en mariposa.